Pensar...

Cada noche antes de acostarme pienso. Pienso en mi pasado, en lo que hice mal, en lo que me equivoqué, en lo que debería haber hecho y no hice, en aquello que hice para molestar a los demás. También pienso en mi futuro, en lo que me gustaría que me pasara, en el chico que me gustaría que estuviera conmigo en un futuro próximo, en lo que haré mañana, pasado y el año que viene. Pero no pienso en el presente, en lo que podría suceder me en ese mismo instante, en lo que pueden estar viviendo millones de personas en este mismo instante, en lo que una mujer maltratada puede estar viviendo ahora mismo, en el hombre que le está pegando; tampoco pienso en lo que un hombre solo puede estar pensando o sufriendo.
Somos personas egoístas creadas para querer. Pero nunca nos preocupamos por los demás. Sólo unas pocas personas piensan en lo afortunados que son, en el lujo en el que viven.
Pensamos en cosas que no tienen sentido. Para qué pensar en el pasado, si lo hecho hecho está y no podemos cambiarlo; para qué pensar en el futuro si la que manda es la vida y nuestro destino.