Esperar... ¿A qué? A la vida. A los momentos que todavía te quedan por vivir.
A los chicos que te quedan por conocer.
A las palabras que te quedan por oír.
A las canciones que te quedan por escuchar.
A los sentimientos que te quedan por sentir.
A las experiencias que te quedan por experimentar.
Merece la pena esperar para poder vivir cosas que nunca has vivido.
No te martirices por un mal momento; por un chico que te haya hecho daño; por una palabra que no te haya sentado bien; por un sentimiento que te lo haya hecho pasar mal; por una experiencia aterradora.
Hay que aprender a ser paciente y a saber esperar, pero esperar lo justo para que la gente no se aproveche de ti.
Aprovecha la vida y espera lo que te queda por vivir.
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